Descripción
* Comencemos nuestro viaje desde el lugar donde se colocó el castillo de Königsberg en 1255 y luego tres ciudades enteras: Altstadt, lebenicht y kneiphof, que dieron origen a Königsberg. Aprenderás cómo cambiaron los paisajes locales, dónde se fue el río Lebe, dónde nació el narrador Hoffmann y cómo los königsbergianos descubrieron que una verdadera bruja vivía en la ciudad.
En el camino a lo largo de Kaliningrado, nos detendremos en las puertas de la fortaleza, las torres defensivas, los bastiones y otras estructuras de la fortaleza de la ciudad vieja. Visitaremos lugares relacionados con el Barón Munchausen, Pedro I, Immanuel Kant, áreas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, incluido el famoso Amalienau, donde sentirá el espíritu del mismo Königsberg antes de la guerra.
Visitaremos el "lugar de poder", el misterioso Juditten Kirch, que una vez atrajo a peregrinos de toda Europa. Hoy es el edificio más antiguo de la ciudad. Sabrás qué era inusual y atractivo en kirkh.
Además del misticismo de Königsberg, también le espera su deliciosa historia: la historia del mazapán de Königsberg. ¿Qué tiene que ver esta dulzura con la ciudad y por qué Königsberg fue considerada la capital de mazapán de Alemania? Y también con la forma en que el mazapán regresó a Kaliningrado y se convirtió en una de las marcas de la ya moderna Amber Edge.
En uno de los distritos antiguos de Königsberg, visitaremos los homlin, criaturas misteriosas que son una historia divertida, inusual y que no deja a nadie sin una sonrisa de la moderna Kaliningrado.
Historias sobre el Barón Munchausen, sobre el viejo bagre bajo el puente Alto, sobre el nombre del puente de la Miel: esto llenará nuestro camino hacia el pueblo de Peces y más allá de la Isla de Kant con la catedral.
La catedral es el lugar de descanso de Los grandes maestros de la orden Teutónica, la música de uno de los órganos más grandes de Europa, el Museo de Immanuel Kant y, junto con la isla, uno de los lugares de descanso favoritos de los habitantes de Kaliningrado. Conecta el pasado de Königsberg y el presente de Kaliningrado, exactamente lo que hace que nuestra ciudad sea tan atractiva.